Aprovechando un fin de semana extra largo en Argentina, optamos por hacernos una escapada que combinara las salidas de Buenos Aires (Compras, cine, restaurantes) y la tranquilidad de aquel lugar lugar lindo que siempre quisimos ir: Colonia del Sacramento - Uruguay.
Comenzamos la escapada yendo a tomar el Ferry (Buquebus) y cuando llegamos a la terminal portuaria nos encontramos con la “sorpresa” de que la mayoría de la gente tuvo la misma idea que nosotros para estos dias libres. :(
Después de una
hora y media de espera, logramos abordar y arrancar con
destino a Colonia. El ferry es una maravilla, muy cómodo, con bar, restaurant y
hasta un Free Shop. Pero el viaje es tan corto que no alcanza el tiempo para aprovechar todo.
Pensando en llevar algunos regalos para la familia nos decantamos por el Free Shop, pero no alcanzamos a comprar nada que ya estábamos en Colonia, así que dejamos las compras para la vuelta.
Salimos de la
terminal con nuestra valija y encaramos al único taxi que había.
Desgraciadamente el muchacho andaba con ganas de hacer una diferencia, y si
bien en ese momento no lo supimos, nos cobró mas del doble de lo que salía el
trayecto hasta el hotel.
En Uruguay te aceptan el peso argentino sin problema, los cajeros estaban todos vacios durante nuestra estadia, por suerte nos alcanzo justo justo para algun que otro presente.
Fuimos al hotel
Costa Colonia y elegimos el Super Loft, que como bien dice su nombre es un
verdadero Loft en donde no nos faltó nada. Como observación solo puedo decir
que el baño era demasiado chico en relación al resto del Loft.
Dejamos las cosas
y salimos disparados a pasear con cámara en mano. El hotel está muy bien ubicado
al lado de la costanera, así que el paseo desde ahí hasta la parte vieja de
Colonia es precioso, lleno de vistas del Rio de la Plata y algunas costas.
El recorrido está lleno de detalles, como por ejemplo los murales callejeros y los árboles, que en la época del año que fuimos estaban bien otoñales, por algo es una ciudad tan romántica.
Su casco
antiguo, todavía amurallado, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO en 1995. Su arquitectura es una mezcla de estilos español, portugués y
un poco de post-colonial. Las calles con piedras y las plazas con árboles ayudan a darle ese aire colonial.
La
melancolía del pasado también está representada por los muchos coches antiguos
estacionados en el centro, aprovechamos para fotografiarlos de todos los angulos posibles.
Para los que no quieren caminar mucho, se puede alquilar un carrito de
golf para moverse por la ciudad, familias enteras andaban en esos mostruos con ruedas, notrosos preferimos el recorrido a
pie, hasta que las plantas de los pies empiecen a doler no paramos de caminar.
La parte vieja de
Colonia es genial, mucho adoquín, mucha construcción en piedra. Todo está bien
conservado, cada 20 metros parábamos a admirar alguna vieja fachada y a
sacarle la foto de rigor. La calle de los Suspiros es linda, pero hay otros
rincones de Colonia mucho mejores y sin tanta cantidad de gente.
El punto mas destacable a mi gusto fue el viejo Faro, que está acompañado por unas ruinas coloniales muy interesantes rodeado de artesanos callejeros se ve un panorama muy amigable.
El punto mas destacable a mi gusto fue el viejo Faro, que está acompañado por unas ruinas coloniales muy interesantes rodeado de artesanos callejeros se ve un panorama muy amigable.
Tiene un pequeño muelle muy tranquilo para descansar... donde se ven veleros y botes por zarpar y de fondo creando un ambiente único en el paisaje el faro reluciente.
La gastronomía del lugar es un punto fuerte, y si bien no hay mucha variedad, nunca faltan los buenos sabores y eso es lo importante.
Un viaje sin probar la comida local no es un viaje de verdad. En Uruguay hay
varios imperdibles los mas famosos:
el chivito y el mate.
El chivito es un sandwich de lomo bien finito con lechuga, tomate,
jamón, queso y huevo frito. Lo acompañan con papas fritas o
ensalada. Una delicia!!!
Degustamos esta exquisites en uno de sus tantos restaurantes con mesas en plena calle de adoquines, todo era super pintoresco, hasta que aparecio la cuenta. No son precios muy económicos que digamos. Pero bueno... ¿cuando vamos a volver a disfrutar de colonia de esta forma?? :/
Lo del mate es algo que nos sorprendio bastante... todos todos los Uruaguayos andan con el termo abajo del brazo (los taxistas, la sra que esta barriendo en la vereda, el sr del kiosco, aquel grupo que esta pintando un paredon, los que pasean en auto, los que salen a caminar por la costanera), es increible. Nosotros nos quedamos con las ganas de unos buenos mates, preferimos andar sin tanto peso en nuestro viaje, pero a la vuelta nos desquitamos en casa. :)
Recomendado para cualquiera que quiera ir a un lugar en donde lo importante no
es salir a mirar “puntos turísticos” sino relajarse en un lugar distinto y
pacífico, donde uno puede concentrarse en su pareja, en charlar y en desconectarse
de la rutina.
Sin lugar a dudas Colonia del Sacramento nos encantó. Era uno de estos sitios que por su conservación excelente, su encanto, belleza y el gusto por el detalle se han convertido en toda una atracción turística, e incluso así conservaba su encanto.
Colonia es ideal para DESCONECTARSE!!
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