miércoles, 20 de noviembre de 2013

Tokyo – Diversión infinita en Odaiba

Llegamos a la isla artificial de Odaiba a través del genial monorriel, con unas vistas panorámicas privilegiadas de la bahía de Tokyo y la costa de Minato.
El recorrido se hace por arriba del famoso Rainbow Bridge y se puede dar la vuelta en toda la isla, que es bastante mas grande de lo que parece.
Lo mas impresionante del Yurikamome es que no tiene conductor, es un monorriel completamente automatizado y moderno. Un paseo único que vale la pena hacer.

Nosotros optamos por bajarnos en la primera estación dentro de la isla como para caminar e ir conociendo un poco los distintos shoppings y atracciones de la isla. Como era temprano, decidimos entrar a Joypolis, que es una especie de centro de juegos en donde abundan las atracciones de tipo montaña rusa (aunque mas pequeñas y modernas) y los arcades.
Antes de ingresar nos fuimos al mirador, que tiene una hermosa vista de la bahía con la Tokyo Tower de fondo y del rainbow bridge. Recomendable visitarlo ya que es el único aparte del que está en la costa.

Al entrar, nos encontramos con un empleado de Joypolis que resultó ser personaje súper raro pero muy amable (es el que sonrie en la segunda foto de abajo). Intentó por todos los medios hablarnos en inglés pero estaba clarísimo que no sabía ni dos palabras el pobre, y las que sabía las pronunciaba muy raro!
Igual los gestos son universales así que logramos entenderle como comprar las entradas entre otras dudas que teníamos. Pasamos dos horas ahí, recorriéndolo y jugando a todo lo que nos cruzábamos, mientras que las chicas se pusieron fashion en una máquina de fotos muy particular, los hombres nos dedicamos a perder dinero en las famosas máquinas en donde podés agarrar un muñeco o algo de valor por medio de un gancho mecánico. Seba hizo saltar la banca y ganó un muñeco de LINE, el honor estaba salvado! También incursionamos en un par de paseos “4D” tipo Disney, bastante divertidos y nos cruzamos con algunas tecnologías extrañas, entre ellas, una donde por medio de una cámara nos capturaban el rostro y lo traspasaban a una focas en una pantalla, muy bizarro.   Luego de dedicar una hora a almorzar en un restaurant mexicano (si, en Japón….) nos fuimos al Miraikan, el museo de tecnologías emergentes mas importante del mundo.
Vimos cosas realmente imponentes, como el robot ultra realista Asimo, que se comporta y se mueve igual que un nene, y el Geo-Cosmos, un globo terráqueo gigante hecho puramente de leds, en donde se muestra información de nuestra querida Tierra en tiempo real.  Estaba tan bueno el Geo-Cosmos que en el piso inferior había divanes para que la gente se acueste y se relaje a verlo, todo acompañado con música acorde claro. Nunca había visto gente relajándose así en un museo salvo los típicos sentados para descansar los pies después de tanto caminar!!
Una visita recomendada para el que le guste la modernidad y la ciencia, pero eso si, vayan con tiempo porque como todo en Tokyo, abre tarde y cierra temprano.
De ahí salimos a las corridas hacia la zona de DiverCity, un shopping único en el mundo, famoso por sus tiendas raras, pero nosotros íbamos a ver lo más famoso de ese Shopping, el Gundam!!
Una réplica a tamaño real del robot protagonista de “Mobile Suit Gundam”, que justo a las 17 horas se enciende y se mueve al son de la música con la cual arrancaban los capítulos del animé original.
Se nos venía la noche, por lo cual apenas terminó el show nos fuimos a mirar de lejos la rueda gigante de Pallete Town que ya estaba encendida y de ahí derecho al mirador de Odaiba, donde hay una réplica de la estatua de la libertad.  Sin dudas, la mejor vista nocturna de la costa de Tokyo, acompañada por el rainbow bridge que de noche se enciende para hacer la vista todavía mas impresionante.
En la caminata de vuelta a DiverCity nos cruzamos con el edificio de FujiTV, una obra maestra de la arquitectura que me dejó anonadado.

Terminamos el día en Round-1, cumpliendo una deuda pendiente, jugar al bowling!!!!
Nos divertimos muchísimo en una cancha con toda la tecnología a nuestra disposición, y si bien era la primera vez que jugábamos, la suerte y las ganas nos acompañaron para realizar mas de un strike y hacer un papel mas que digno!!!
Es impresionante ver la pasión que le ponen los japoneses al bowling, al lado nuestro por ejemplo, teníamos un grupo de oficinistas haciendo una salida post laboral de lo mas divertida. Hay tanto para ver, pero el cansancio y la falta de tiempo no nos permitió realizar varias de las cosas que ofrece la isla: una recorrida a fondo de DiverCity, conocer el centro tecnológico de Panasonic, conocer Leisureland en donde hay bowling, jaulas de bateo y salones orientados a los deportes y hasta karaoke.
También el museo de las ciencias marítimas donde aparte de las exhibiciones hay piletas y otras atracciones relacionadas con el agua, o Venus Fort, un shopping de lujo inspirado en Venecia y sus canales y hasta el showroom de Toyota donde te dejan conducir sus últimas creaciones! En definitiva, la isla de Odaiba es un lugar que solo se puede disfrutar si se le dedica 3 o 4 días, ya que está pensado como un escape para los habitantes de Tokyo y su locura de mas de 38 millones de habitantes.

y el video de nuestro paso por Tokyo

:)

Hasta la próxima entrada...
Gaby

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