Munich para nosotros era sinónimo de
Oktoberfest pero la verdad que nos sorprendimos gratamente con el resto de la ciudad.
Sabíamos desde el principio que queríamos hacer algo distinto a la gran ciudad de Berlin, queríamos una experiencia menos cosmopolita y más alemana.
El vuelo de conexión entre Frankfurt y Munich fue toda una revelación por lo silencioso del mismo, todos los alemanes muy callados y respetuosos dentro del avión. Todo muy organizado en el aeropuerto de Frankfurt (solo tuvimos 40 minutos para hacer el cambio de avión) que sin dudas debe ser uno de los que mas movimiento tiene en el mundo.
Sabíamos desde el principio que queríamos hacer algo distinto a la gran ciudad de Berlin, queríamos una experiencia menos cosmopolita y más alemana.
El vuelo de conexión entre Frankfurt y Munich fue toda una revelación por lo silencioso del mismo, todos los alemanes muy callados y respetuosos dentro del avión. Todo muy organizado en el aeropuerto de Frankfurt (solo tuvimos 40 minutos para hacer el cambio de avión) que sin dudas debe ser uno de los que mas movimiento tiene en el mundo.
Llegamos de noche y nos
limitamos a ir a un biergarten muy cercano al hotel a comer un buen goulash con
spetzel y una milanesa de cerdo como para reponer fuerzas del largo viaje.
El Oktoberfest es un lugar único en el
mundo, lleno de diversión y buena comida.
En el paseo central nos llenábamos los ojos con delicias alemanas, corazones de galleta COLGANTE para regalarse entre enamorados, de lo mas extraño que se haya visto. Pretzels y muchos dulces!!
No solo de comer se divierte el turista, ya que al mejor estilo de las viejas ferias hay muchísimos juegos de todo tipo, tiro al blanco y muchas atracciones mecánicas tipo parque de atracciones.
En el paseo central nos llenábamos los ojos con delicias alemanas, corazones de galleta COLGANTE para regalarse entre enamorados, de lo mas extraño que se haya visto. Pretzels y muchos dulces!!
No solo de comer se divierte el turista, ya que al mejor estilo de las viejas ferias hay muchísimos juegos de todo tipo, tiro al blanco y muchas atracciones mecánicas tipo parque de atracciones.
El punto fuerte son las carpas a las que se
puede acceder durante el paseo. Cada carpa es de una cervecería alemana
distinta y todas comparten el mismo espíritu festivo, pero se diferencian en
las distintas ofertas gastronómicas que van desde el pescado hasta buey!! Cada
carpa tiene su especialidad. Nosotros elegimos la de Löwenbräu y pedimos una
pata de Buey, pero no nos dieron mucha bola y nos trajeron cazuela de
salchichas jajajaa. (nunca pidan gaseosas en este lugar… creemos que no conocen
el término :P ) De todas formas no dejamos nada en el plato!!
Luego del festival dedicamos unos días a
conocer la ciudad y sus mejores rincones, destacando el hermoso parque Englischer
Garten en donde se puede ver a los surfers alemanes haciendo de las suyas en
una ola artificial o se puede ir a comer al biergarten ubicado bajo una linda
pagoda estilo china.
Marienplatz es hermoso, con el viejo
municipio destacando su arquitectura medieval, la iglesia de San Pedro, bueno en
realodad todo lo que rodea a la plaza es hermoso!
Hay mucha arquitectura griega como en Ruhmeshalle, la opera o en Königsplatz que nos gustó mucho!
Hay mucha arquitectura griega como en Ruhmeshalle, la opera o en Königsplatz que nos gustó mucho!
Nos quedó pendiente la villa olímpica por
problemas con los pasajes de tren (esa es otra laaaaaaargaaa historia que
contare en otra oportunidad), pero nos fuimos enamorados de la belleza de Munich,
su limpieza y sobretodo la educación y respeto de los alemanes que hasta
borrachos en el Oktoberfest son muy correctos y amables.
Nos encanto.... Munich y su gente! ♥
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